¿Te han dicho que la leche es mala porque somos el único animal que la toma?
¿Crees que tomar leche es imprescindible para unos huesos fuertes y sanos?
¿Es verdad que la leche engorda por la noche?
Vamos a desmentir algunos de los mitos más típicos sobre la leche...
Empecemos.
La realidad es que no existe ningún alimento ni leche que de por sí nos haga engordar.
Tomes leche por la noche o no, almacenarás grasa ("engordarás") si al final del día creas un superávit calórico, es decir: comer más calorías de las que tu cuerpo gasta.
¿Y cómo se pierde grasa...? ¡Pues con un déficit calórico! Es decir: comer menos calorías de las que tu cuerpo gasta.
Pero no vale con estar en déficit un solo día...
RECUERDA: Si tu objetivo es perder grasa debes llevar esta alimentación con déficit calórico mantenida a largo plazo. Eso sí, siempre siendo flexibles con la alimentación y disfrutando del camino.
Leche de vaca, leche de cabra, leche de oveja, leche condensada, leche evaporada... Incluso leche de almendras, soja o arroz.
A lo largo de los últimos años se ha dicho mucho que los humanos somos los únicos mamíferos que bebemos leche después de la lactancia.
Se dice que esto es un problema porque la lactosa provoca problemas en el intestino.
Es cierto que hay personas intolerantes que no la pueden digerir porque les falta lactasa (enzima que divide la lactosa en el intestino) y les crea malestar digestivo.
Pero si no te genera malestar y te gusta, la leche es un alimento sano y rico en proteínas.
Además, si padeces intolerancia, existen versiones de leche “sin lactosa” a las que se le añade artificialmente esta enzima para que no tengas ningún problema.
Curiosamente, es posible que hayas escuchado también que “la leche es imprescindible, sobre todo para los niños en edad de crecimiento”.
Esto se dice porque la leche contiene calcio y vitamina D, dos nutrientes clave para una buena salud ósea.
No obstante, podemos obtener calcio de otras fuentes como frutos secos, garbanzos, derivados de la soja (edamames, tofu, etc.) semillas o verduras como el brócoli y las coles.
Aunque la leche es una buena fuente de calcio y vitamina D, ni es la única, ni es imprescindible.
Además, tanto para absorber mejor el Calcio como para sintetizar vitamina D lo ideal es que nos toque el Sol durante 15 minutos al día.
De hecho, ¿sabías que Noruega y Suecia encabezan el ránking de países con peor salud ósea y a la vez el de mayor consumo de lácteos?
Aprovechemos el buen clima de España que nos da vitamina D gratis casi todo el año.
A la leche y lácteos desnatados (fácilmente distinguibles por su paquete rosa) se les quita la nata para reducir su cantidad de grasa y calorías.
El problema es que al quitarles la grasa, también perdemos parte de sus vitaminas y efecto saciante que nos ayuda a regular mejor el apetito.
Además, en muchas ocasiones esta grasa se reemplaza por azúcar para mantener el sabor.
Si sigues una alimentación saludable rica en vegetales, no deberías preocuparte por la diferencia de calorías entre la versión entera, semi o desnatada… ¡Escoge la que más te guste!
EN CONCLUSIÓN:
“La leche ni es mala, ni es imprescindible, así que si te gusta y te sienta bien, consúmela como una fuente más de proteína rica en calcio y vitamina D.”
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